Kiev alerta que Rusia esta concentrando 50.000 efectivos para una ofensiva decisiva en Sumy
El presidente Volodímir Zelenski alertó este martes sobre un masivo despliegue militar ruso en la región de Sumy, en el noreste de Ucrania, donde Moscú ha agrupado más de 50.000 efectivos, incluyendo unidades de élite, en lo que podría ser el preludio de una nueva ofensiva a gran escala.

El presidente Volodímir Zelenski alertó este martes sobre un masivo despliegue militar ruso en la región de Sumy, en el noreste de Ucrania, donde Moscú ha agrupado más de 50.000 efectivos, incluyendo unidades de élite, en lo que podría ser el preludio de una nueva ofensiva a gran escala.
KIEV, UCRANIA – La tensión en el frente nororiental de Ucrania ha escalado a un punto crítico. El presidente Volodímir Zelenski ha lanzado una severa advertencia sobre la concentración de más de 50.000 efectivos rusos en las inmediaciones de la región de Sumy, un área estratégica a escasa distancia de la frontera con la Federación Rusa. Este despliegue, que según fuentes de inteligencia ucraniana incluye algunas de las unidades de élite del ejército ruso, se interpreta en Kiev como el preludio de una ofensiva estival de gran envergadura, potencialmente capaz de alterar significativamente la dinámica actual del conflicto.
«Están concentrando sus fuerzas más numerosas y poderosas en la línea de Kursk, con el objetivo explícito de expulsar a nuestras tropas de la región y avanzar hacia Sumy», declaró Zelenski durante una comparecencia ante la prensa que ha reverberado con urgencia en los círculos de defensa occidentales. La información ha encendido todas las alarmas, ante el temor de que este masivo despliegue sea la preparación para una operación que busque abrir un nuevo frente o profundizar los ya existentes, poniendo a prueba la resiliencia de las defensas ucranianas.

La advertencia presidencial se sustenta en recientes avances tácticos rusos. Zelenski reconoció que las fuerzas de Moscú han logrado capturar al menos cuatro aldeas fronterizas en las últimas semanas, además de mantener una presión constante y progresiva en el este, particularmente en las cercanías de la ciudad de Kostiantynivka. Estos avances, aunque localizados, son indicativos de una estrategia rusa persistente y metódica.
En este contexto, las declaraciones de Vladímir Putin sobre la intención de establecer una «zona de contención» de aproximadamente 10 kilómetros de ancho dentro de territorio ucraniano adquieren una nueva dimensión. De materializarse, esta franja no solo proporcionaría a Rusia una ventaja táctica y una base territorial para futuras operaciones, sino que también podría ser esgrimida como un elemento de presión en eventuales negociaciones de paz, buscando consolidar ganancias territoriales.
A pesar del sombrío panorama, el presidente ucraniano aseguró que sus fuerzas han logrado recuperar cierto terreno, forzando un retroceso ruso de hasta 4 kilómetros en apenas dos días en algunos sectores, demostrando la tenacidad de la defensa ucraniana y su capacidad de respuesta.
En un giro que ha captado la atención internacional, Zelenski se mostró dispuesto a retomar las conversaciones de paz «en cualquier formato». Sorprendentemente, planteó la posibilidad de una cumbre tripartita que incluya a Donald Trump y Vladímir Putin, aunque supeditó esta iniciativa a la permanencia de Washington en el proceso de paz, una clara alusión a las recientes advertencias de la Casa Blanca sobre la inviabilidad de ciertas propuestas.
El mandatario ucraniano detalló posibles sedes para estos diálogos, mencionando a Turquía, el Vaticano, Suiza, Malta e incluso naciones africanas, en un esfuerzo por diversificar los posibles mediadores. Sin embargo, rechazó categóricamente la propuesta rusa de negociar en Bielorrusia, país que facilitó la invasión inicial en 2022. «Estamos listos para dialogar, pero no aceptamos condiciones impuestas por la fuerza ni escenarios poco serios«, sentenció Zelenski, marcando líneas rojas claras.
Paralelamente, confirmó su asistencia a la próxima cumbre del G7, tras la invitación cursada por el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, un foro donde buscará consolidar el apoyo internacional.
La urgencia se extiende al plano financiero: Ucrania requiere 30.000 millones de dólares este año para potenciar su creciente industria de defensa. «Queremos producir más armas, más municiones, más drones. El tiempo es ahora«, enfatizó Zelenski, subrayando la necesidad imperiosa de recursos para sostener el esfuerzo bélico y asegurar la capacidad de respuesta ante la inminente amenaza. La acumulación de fuerzas rusas en Sumy, junto con la compleja partida diplomática y la apremiante necesidad de recursos, sitúan a Ucrania ante uno de los periodos más inciertos y desafiantes desde el inicio de la invasión a gran escala.
Referencias: Euronews, DW