Fuentes de inteligencia estadounidenses revelan que Israel estaría intensificando los preparativos para un posible ataque contra las instalaciones nucleares de Irán. Esta escalada se produce en un momento crítico, mientras la administración Trump busca un acuerdo diplomático con Teherán.
TEL AVIV, ISRAEL – La posibilidad de un ataque militar israelí contra instalaciones nucleares iraníes ha aumentado significativamente en los últimos meses, según fuentes de inteligencia estadounidenses consultadas por CNN. Esta escalada se produce en un contexto de negociaciones estancadas entre Estados Unidos e Irán, mientras el gobierno de Trump busca un acuerdo diplomático que Israel considera insuficiente para neutralizar la amenaza nuclear de Teherán.
Una decisión estratégica con profundas implicaciones
Funcionarios estadounidenses advierten que un ataque israelí no solo marcaría una ruptura con la política de Washington, sino que también podría desencadenar un conflicto regional de proporciones impredecibles. Sin embargo, la inteligencia recabada por EE.UU. sugiere que Israel está acelerando sus preparativos militares, incluyendo el movimiento de municiones aéreas y la realización de ejercicios de combate que podrían interpretarse como señales de un ataque inminente.

Las fuentes consultadas subrayan que no hay consenso dentro del gobierno estadounidense sobre si Israel ejecutará finalmente la operación. Algunos analistas creen que estos movimientos podrían ser una estrategia de presión para forzar a Irán a ceder en su programa nuclear, mientras que otros interpretan que Netanyahu está dispuesto a actuar unilateralmente si las negociaciones fracasan.
Benjamin Netanyahu enfrenta una encrucijada estratégica: por un lado, evitar un acuerdo entre EE.UU. e Irán que Israel considere débil; por otro, no distanciarse de Donald Trump, quien ya ha mostrado desacuerdos con el primer ministro en temas clave de seguridad regional. «Israel está entre la espada y la pared», afirma Jonathan Panikoff, exfuncionario de inteligencia especializado en Medio Oriente.
Según fuentes cercanas a la inteligencia estadounidense, Netanyahu no arriesgaría una ruptura total con Washington sin al menos una aprobación tácita de la Casa Blanca. Sin embargo, si Israel percibe que Trump está dispuesto a aceptar un acuerdo que permita a Irán mantener parte de su capacidad de enriquecimiento de uranio, podría optar por un ataque preventivo para sabotear las negociaciones.
Teherán se encuentra en una posición de debilidad sin precedentes en décadas: su economía está asfixiada por las sanciones, su infraestructura militar ha sido golpeada por ataques israelíes, y sus aliados regionales han sido diezmados. Esta vulnerabilidad podría estar incentivando a Israel a actuar ahora, aprovechando lo que algunos funcionarios describen como una «ventana de oportunidad» estratégica.

No obstante, un ataque israelí sin apoyo estadounidense tendría limitaciones operativas. Según evaluaciones de inteligencia, Israel carece de la capacidad para destruir por completo el programa nuclear iraní sin asistencia de EE.UU., particularmente en lo que respecta a bombas de penetración subterránea y reabastecimiento aéreo de combustible.
Mientras tanto, las negociaciones entre EE.UU. e Irán están paralizadas. El enviado especial Steve Witkoff ha insistido en que Washington no aceptará «ni siquiera el 1% de capacidad de enriquecimiento de uranio», una postura que el líder supremo iraní, Ali Jamenei, ha calificado de «grave error». Irán sostiene que tiene derecho a enriquecer uranio bajo el Tratado de No Proliferación Nuclear y se niega a renunciar a ello.
La próxima ronda de conversaciones, prevista en Europa esta semana, podría ser decisiva. Sin embargo, fuentes cercanas al proceso indican que aún no hay una propuesta estadounidense respaldada por Trump, lo que aumenta la incertidumbre sobre el futuro de las negociaciones.
Un escenario de alto riesgo
El gobierno israelí ha dejado claro que considera la opción militar como la única forma de detener el programa nuclear militar iraní. Si bien un ataque podría retrasar temporalmente las ambiciones atómicas de Teherán, evaluaciones de inteligencia sugieren que no sería una solución definitiva, sino más bien un movimiento de alto riesgo con consecuencias imprevisibles para la estabilidad regional.
La decisión final dependerá de cómo evolucionen las negociaciones y de si Netanyahu está dispuesto a desafiar a Washington en nombre de la seguridad de Israel. Por ahora, la comunidad internacional observa con preocupación, consciente de que cualquier acción militar podría desatar una crisis de proporciones históricas en Medio Oriente.
Referencias: BBC