Las tensiones entre Pakistán y Afganistán han escalado en los últimos días después de una serie de ataques cruzados a lo largo de la disputada frontera entre ambos países.
Kabul, Afganistán – El sábado 28 de diciembre, el Ministerio de Defensa del gobierno interino talibán en Afganistán anunció que sus fuerzas habían atacado «varios puntos» dentro del territorio paquistaní, en represalia por los letales ataques aéreos lanzados por Pakistán la semana pasada. Estos ataques, realizados el 24 de diciembre, dejaron al menos 46 civiles muertos, en su mayoría mujeres y niños, según informó el gobierno talibán.
«Nuestras fuerzas atacaron puntos dentro de Pakistán que servían como centros y escondites para elementos maliciosos y sus partidarios que organizaban y coordinaban ataques en Afganistán», declaró Enayatullah Khowarazmi, portavoz del Ministerio de Defensa afgano. Sin embargo, Khowarazmi evitó precisar las zonas exactas que fueron atacadas, argumentando que «no las consideramos territorio de Pakistán».
Las declaraciones del gobierno talibán llegan después de que Pakistán lanzara el 24 de diciembre una operación aérea en la provincia oriental afgana de Paktika, fronteriza con Pakistán. Según fuentes de seguridad paquistaníes, el objetivo era destruir un centro de entrenamiento y acabar con insurgentes del Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), grupo rebelde que opera desde territorio afgano.
Uno de los residentes de la zona afectada relató a los medios que «eran las 9:15 de la noche cuando aparecieron los primeros drones, seguidos de los aviones a reacción. Los drones identificaron los objetivos y luego los aviones a reacción comenzaron a bombardear las casas».
Hamdullah Fitrat, portavoz adjunto de los talibanes, aseguró que el ataque paquistaní también hirió a seis personas. Según Fitrat, la mayoría de las víctimas eran refugiados de la región de Waziristán.
Mientras tanto, los medios de comunicación afganos pro-talibanes informaron que los ataques del sábado 28 de diciembre perpetrados por las fuerzas afganas habrían causado la muerte de 19 soldados paquistaníes y 3 civiles afganos. Sin embargo, Pakistán no se ha pronunciado aún sobre estas cifras.
Las tensiones fronterizas entre Pakistán y Afganistán vienen de largo. Islamabad acusa a los talibanes de albergar en su territorio a grupos insurgentes que perpetran ataques en Pakistán, algo que los fundamentalistas han negado repetidamente. Por su parte, Afganistán ha rechazado durante décadas la Línea Durand, la frontera trazada por las autoridades coloniales británicas en el siglo XIX.
Desde que los talibanes tomaron el poder en Afganistán en 2021, estas tensiones se han acentuado. El Ejército paquistaní informó el viernes que en lo que va de año han muerto cerca de 1.000 insurgentes en operaciones contra la insurgencia, la cifra más alta en los últimos cinco años. Por su lado, 383 soldados paquistaníes han perdido la vida en dichas misiones.
Esta escalada de violencia en la frontera aviva el temor a un mayor conflicto entre los dos países vecinos, cuyas relaciones ya eran tensas. Ambos gobiernos deberán encontrar una vía de diálogo y entendimiento para evitar una mayor espiral de enfrentamientos.
Referencias: Reuters, France 24