20 de octubre de 2025

El Pentágono busca que Tokio supere el 3,5% del PIB en defensa marítima

Washington busca que Japón supere el 3,5% del PIB en defensa, lo que abriría la puerta a una modernización naval sin precedentes. La medida fortalecería su capacidad disuasiva ante China y Corea del Norte, pero enfrenta barreras políticas y fiscales.

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Tokio, Japón / 13 de agosto de 2025 — La presión de Washington para que Japón eleve su gasto en defensa por encima del 3,5% del Producto Interno Bruto podría desencadenar la mayor transformación de la Fuerza Marítima de Autodefensa de Japón (JMSDF) desde su creación en 1954.

Fuentes cercanas al Ministerio de Defensa japonés indican que, de aprobarse este nivel de inversión, se acelerarían programas clave para expandir la flota de superficie, reforzar la guerra antisubmarina y mejorar la capacidad de proyección de poder marítimo más allá de las aguas nacionales.

Refuerzo de la disuasión marítima

En un contexto marcado por la expansión de la Armada del Ejército Popular de Liberación y la creciente presencia naval china en el Mar de China Oriental y el Pacífico Occidental, Washington sostiene que Japón debe adoptar una postura naval más ofensiva y flexible.

El objetivo, señalan analistas navales, no es solo proteger las rutas marítimas y la Zona Económica Exclusiva (ZEE) japonesa, sino también participar en operaciones multinacionales en áreas como el estrecho de Luzón, el mar de Filipinas y el Océano Índico.

La Escuadra de Entrenamiento de la Fuerza Marítima de Autodefensa de Japón participó en ejercicios navales en aguas del mar Caribe colombiano septiembre 2023 – Defensa.com
Capacidades clave que podrían acelerarse

De aprobarse el presupuesto ampliado, la JMSDF podría priorizar:

  • Conversión completa de los portahelicópteros clase Izumo en plataformas capaces de operar cazas F-35B, otorgando a Japón capacidad aérea embarcada de quinta generación.
  • Construcción adicional de destructores clase Maya y clase Mogami, equipados con sistemas Aegis y capacidades de guerra electrónica avanzada.
  • Incremento de la flota submarina Taigei con propulsión diésel-eléctrica de baterías de ion-litio, mejorando la furtividad y autonomía.
  • Refuerzo de la capacidad antisubmarina aérea, con más aeronaves P-1 y helicópteros SH-60K integrados a la flota.
  • Adquisición de misiles antibuque de largo alcance, capaces de superar los 1.000 km, para disuadir incursiones navales chinas y norcoreanas.
Impacto en la cooperación con EE.UU.

El Comando Indo-Pacífico de Estados Unidos considera que una JMSDF más potente aliviaría la presión sobre la Séptima Flota en tareas de patrullaje y respuesta rápida, permitiendo que las fuerzas estadounidenses redistribuyan recursos hacia otras áreas de interés estratégico.

Esto se traduciría en operaciones conjuntas más frecuentes en el Pacífico occidental y una mayor integración en ejercicios como RIMPAC y Keen Sword, donde Japón podría liderar formaciones navales multinacionales en escenarios de combate de alta intensidad.

Japón no está construyendo portaaviones desde cero. Se basan en portahelicópteros de la clase Izumo. Uno de ellos se llama JS Kaga (DDH-184) – Naval News
Resistencias internas

Sin embargo, el aumento al 3,5% del PIB enfrenta importantes obstáculos políticos. El gasto militar de esta magnitud requeriría recortes sustanciales en otras áreas del presupuesto o un incremento notable de la presión fiscal sobre la población. Además, sectores pacifistas temen que una expansión naval tan marcada provoque una escalada con China y complique la estabilidad regional.

Escenarios estratégicos
  • Aceptación total: Japón alcanza el 3,5% del PIB y ejecuta una modernización naval acelerada, convirtiéndose en la tercera fuerza marítima del mundo por presupuesto.
  • Incremento moderado: Tokio sube al 3%, permitiendo mejoras sustanciales pero manteniendo ciertas limitaciones operativas.
  • Rechazo parlamentario: Se mantiene el plan actual (2% para 2027), con un impacto limitado en la capacidad naval a corto plazo.

Con la región del Asia-Pacífico entrando en una fase de competencia naval intensa, la decisión de Tokio podría redefinir su papel como potencia marítima y alterar el equilibrio estratégico en Asia Oriental para la próxima década.

Fuentes: The Japan Times, Ministerio de Defensa de Japón