la Armada Argentina finalizó una nueva etapa de adiestramiento naval integrado, en la que participaron destructores, corbetas, patrulleros oceánicos y aeronaves de exploración y vigilancia. Las maniobras, reforzaron las capacidades operativas de las unidades en escenarios de defensa antiaérea, antisuperficie y antisubmarina.

BUENOS AIRES, ARGENTINA – Las aguas del Mar Argentino fueron escenario, una vez más, de un complejo y exhaustivo despliegue de capacidades navales, al concluir recientemente una nueva Etapa de Mar de la Flota. Con el arribo de las unidades a sus apostaderos en Puerto Belgrano y Mar del Plata, se dio por finalizado un período de intenso adiestramiento naval integrado, que congregó a diversos componentes de la Armada Argentina en un esfuerzo coordinado por el Comando de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada.

El núcleo de esta fuerza de tareas estuvo conformado por unidades emblemáticas de la Flota de Mar, como el destructor ARA “Sarandí” –que ofició como buque insignia con un Estado Mayor embarcado liderado por el Comandante de la Flota de Mar, Contraalmirante José Alberto Martí Garro– y la corbeta ARA “Espora”, acompañados por el aviso ARA “Puerto Argentino”. A ellos se sumaron los patrulleros oceánicos ARA “Storni” y “Contraalmirante Cordero”, junto al aviso ARA “Bahía Agradable”, pertenecientes a la División Patrullado Marítimo, demostrando la versatilidad y complementariedad de los medios navales argentinos.

La dimensión aérea fue un componente crucial, con la participación activa de la Aviación Naval. Un helicóptero Fennec de la Primera Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros, una aeronave de exploración P-3C Orión de la Escuadrilla Aeronaval de Exploración, y un Beechcraft B-200 M de la Escuadrilla Aeronaval de Vigilancia Marítima, operaron en estrecha colaboración con las unidades de superficie. Complementando este esfuerzo multidominio, personal de la Agrupación Buzos Tácticos aportó sus capacidades especializadas, subrayando la naturaleza interagencial y combinada de las operaciones modernas.

El programa de ejercicios se diseñó con una progresión lógica, iniciando con adiestramientos individuales cruciales para la seguridad y eficiencia operativa. Se pusieron a prueba los procedimientos en escenarios de lucha contra incendios, control de averías, respuesta a incidentes sanitarios con evacuación de heridos y abandono del buque, buscando optimizar tiempos de reacción y protocolos.

Posteriormente, la complejidad aumentó con las operaciones de conjunto. Las unidades se enfocaron en el perfeccionamiento de comunicaciones tácticas, operaciones de lanzamiento y recuperación de aeronaves, recalificación de pilotos, y adiestramientos de cubiertas cruzadas (cross deck). Asimismo, se llevaron a cabo prácticas de anavizaje y despegue (PAYD), calificación de controladores aéreos, reabastecimiento de combustible en el mar y maniobras con embarcaciones menores, como botes Mk5 y Rhibs, esenciales para una amplia gama de misiones.

Un punto culminante de la primera fase fue la etapa artillera. Las unidades navales ejecutaron corridas de prueba de sus sistemas de armas, realizando tiro naval efectivo sobre blancos fijos en el mar, una demostración tangible de su poder de fuego y precisión.

Intercalado en este riguroso cronograma operativo, los buques ARA “Sarandí”, “Espora” y “Contraalmirante Cordero” visitaron Puerto Madryn, mientras el ARA “Storni” hizo lo propio en Comodoro Rivadavia durante el fin de semana del 25 de mayo. Allí, las dotaciones participaron activamente en los festejos del Día de la Patria, abriendo sus puertas a la comunidad, fortaleciendo el lazo entre la Armada y la ciudadanía.

Retomada la actividad en el mar, la segunda fase se centró en operaciones de vuelo continuas, evoluciones tácticas complejas, traspaso de pesos livianos entre buques y ejercicios de Visita, Registro y Captura (VRC). Estos últimos, ensayados tanto en escenarios colaborativos como hostiles, son fundamentales para el control del mar y la interdicción marítima.

Finalmente, en la tarde del martes, los patrulleros oceánicos pusieron rumbo a su base en Mar del Plata, mientras el destructor y la corbeta navegaban hacia Puerto Belgrano. No obstante, las adversas condiciones meteorológicas obligaron a ambas formaciones a permanecer en navegación hasta el miércoles, un recordatorio de los desafíos inherentes al entorno marítimo y la resiliencia de las tripulaciones y sus navíos. Esta culminación de adiestramientos refleja el compromiso continuo de la Armada Argentina con el mantenimiento de un alto nivel de alistamiento y capacidad operativa en la defensa de los intereses nacionales en el Atlántico Sur.

Referencias: Armada Argentina, Gaceta Marinera