23 de septiembre de 2025

Reino Unido prepara integración de drones en grupos de portaaviones

La Royal Navy confirmó que el próximo despliegue de su Grupo de Portaaviones en el Indo-Pacífico incluirá por primera vez buques no tripulados, en un esfuerzo por avanzar hacia una flota híbrida que combine plataformas tradicionales con drones navales y aéreos.

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Londres, Reino Unido / 10 de septiembre de 2025 — La Royal Navy incorporará por primera vez buques no tripulados en el próximo despliegue de su Grupo de Portaaviones en el Indo-Pacífico, confirmaron autoridades navales británicas. La decisión refleja la estrategia de avanzar hacia una flota híbrida que combine unidades tripuladas con sistemas autónomos marítimos y aéreos, en línea con la tendencia observada en armadas de referencia como la estadounidense o la japonesa.

El anuncio fue realizado por el Primer Lord del Mar y Jefe del Estado Mayor de la Armada, el general Gwyn Jenkins, primer oficial procedente de la Royal Marines en ocupar el máximo cargo naval. Jenkins subrayó la urgencia del proyecto: “Esto no es una aspiración futura. Es una necesidad inmediata. Una flota más grande y letal, con mayor agilidad y resiliencia, requiere la integración de sistemas no tripulados”, señaló en Londres.

El General Jenkins, anteriormente Asesor Estratégico del Secretario de Estado de Defensa, asumió en mayo del 2025 la responsabilidad de liderar el Cuerpo Superior de Marines del Reino Unido en un momento de mayor atención a la preparación para el combate, la construcción naval y la transformación tecnológica. Es el primer oficial de los Royal Marines en ocupar el cargo de Primer Lord del Mar – Royal Navy

Durante el despliegue actual del portaaviones HMS Prince of Wales, ya se realizaron pruebas operativas con drones aéreos Malloy T-150, que transportaron suministros desde la cubierta del portaaviones al destructor HMS Dauntless, reduciendo el uso de helicópteros de mayor costo operativo. Estas pruebas, denominadas Operación Highmast, se consideran un antecedente directo de la integración de plataformas navales no tripuladas.

La visión británica contempla que cada nueva fragata Tipo 26 (clase City) opere con dos drones de escolta, ampliando las capacidades de guerra antisubmarina, vigilancia y apoyo logístico. El programa de construcción de estas naves —con los futuros HMS Glasgow, Cardiff y Belfast ya en calendario— será fundamental para garantizar la incorporación plena de sistemas autónomos en la flota de escoltas hacia 2030.

Sin embargo, el avance enfrenta retrasos y sobrecostos. Según reportes locales, la entrada en servicio inicial de las fragatas se postergó de 2027 a 2028, mientras que los costos del programa aumentaron en más de 233 millones de libras, aproximadamente un 4,2 % sobre el presupuesto original.

El Malloy T-150 es un dron eléctrico de carga pesada, de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL), desarrollado por Malloy Aeronautics (ahora parte de BAE Systems), para logística y suministro militar en corto y mediano alcance. Sus características principales incluyen una capacidad de carga útil de 68 kg, una velocidad de crucero de 30+ m/s, un alcance de hasta 45 km, y un diseño con ocho hélices para una alta redundancia y seguridad. Este sistema autónomo se está integrando para operaciones en buques de guerra, reemplazando helicópteros tripulados para el transporte de suministros ligeros entre navíos – CUASHUB

La preocupación no se limita al ámbito militar. Carlos Zaffanella, presidente de Ultra Maritime, advirtió que los retrasos responden a procesos de adquisición cada vez más complejos, con demandas gubernamentales que alteran los diseños originales. En la misma línea, Shane Arnott, vicepresidente de programas de Anduril Industries, alertó sobre la brecha con China: “La proporción actual es de cinco buques chinos por cada buque occidental”, apuntó.

El próximo despliegue del Grupo de Portaaviones británico en el Indo-Pacífico marcará un paso decisivo para la Royal Navy, que busca mantener su relevancia en un escenario estratégico dominado por la competencia naval entre Estados Unidos y China, reforzando su perfil como aliado de primera línea dentro de la OTAN y en el ámbito indo-pacífico.

Fuentes: The War Zone, Royal Navy