Rusia incorpora el rompehielos armado Iván Papanin para fortalecer su presencia en el Ártico
La Armada rusa incorporó el rompehielos armado Iván Papanin, primer buque del Proyecto 23550, en una ceremonia en Severomorsk. La nave refuerza la capacidad de Moscú para patrullar, escoltar y operar en el Ártico, consolidando su estrategia sobre la Ruta del Mar del Norte.

Severomorsk, Rusia / 5 de septiembre de 2025 — La Armada rusa puso en servicio el rompehielos armado Iván Papanin, primer buque del Proyecto 23550, en una ceremonia celebrada en la base principal de la Flota del Norte, en la península de Kola. El acto fue encabezado por el almirante Aleksandr Moiseev, comandante en jefe de la Armada, acompañado por el almirante Konstantin Kabantsov, comandante de la Flota del Norte, además de representantes de la industria naval y autoridades locales.
El Iván Papanin, construido por los Astilleros del Almirantazgo en San Petersburgo y diseñado por la Oficina Central de Diseño Marino Almaz, es el primero de su clase en unirse al servicio activo tras un prolongado proceso de construcción y pruebas iniciado en 2016. El programa, caracterizado por repetidos retrasos financieros y técnicos, finalmente culminó con la entrega de una plataforma que combina las funciones de rompehielos, patrullero y buque de apoyo logístico, concebida para operar en hielos de hasta 1,7 metros de espesor.

El Proyecto 23550 se inscribe en la estrategia de Moscú para reforzar su control sobre la Ruta del Mar del Norte, clave para el transporte marítimo y la explotación de recursos energéticos en el Ártico. El buque cuenta con clase hielo Arc7, lo que le permite navegar en condiciones extremas donde las unidades de superficie convencionales no pueden operar.
Con un desplazamiento cercano a las 9.000 toneladas y una autonomía de 70 días, el Iván Papanin puede realizar patrullas prolongadas, escoltar embarcaciones, apoyar traslados logísticos y realizar operaciones de búsqueda y rescate en áreas de difícil acceso. Su propulsión diésel-eléctrica le otorga un alcance de 10.000 millas náuticas, consolidándolo como una plataforma de proyección estratégica en el Ártico.
Aunque concebido principalmente como un buque de apoyo multifuncional, el Iván Papanin dispone de un cañón AK-176MA de 76 mm, ametralladoras pesadas, sistemas portátiles de defensa aérea y capacidad para operar helicópteros Ka-27 o Ka-226, además de vehículos aéreos no tripulados.
El diseño modular basado en contenedores ISO abre la posibilidad de integrar misiles de crucero Kalibr-NK o misiles antibuque Kh-35 Uran, lo que incrementaría de forma notable la capacidad de combate del buque. En su configuración inicial, embarca embarcaciones rápidas, un aerodeslizador Manul del Proyecto 23321 y una lancha de desembarco del Proyecto 02800, ampliando su versatilidad operativa.

La entrada en servicio del Iván Papanin refuerza la Flota del Norte, que en los últimos años ha recibido nuevas unidades como la fragata Almirante Golovko y el submarino Lev Chernavin. Funcionarios rusos, incluido el secretario del Consejo de Seguridad, Nikolai Patrushev, destacaron que la incorporación de este buque garantizará la protección de las rutas marítimas árticas y respaldará los objetivos nacionales de desarrollo en la región polar.
El segundo buque de la clase, el Nikolay Zubov, se encuentra en fase de pruebas y su entrega está prevista para finales de 2026. Paralelamente, la Guardia Fronteriza rusa desarrolla la versión modificada Ermak, optimizada para tareas de patrulla.
Con el Iván Papanin en servicio, Rusia da un paso más en su proyección naval ártica, integrando capacidades militares y logísticas que consolidan su presencia en una región cada vez más disputada.
Fuentes: The Barents Observer, Armada de Rusia