Corea del Sur ha iniciado los programas I+D para desarrollar dos tipos de misiles balísticos lanzados desde el aire
Seúl impulsa un ambicioso programa de misiles balísticos aire-superficie para sus cazas KF-21 Boramae. El proyecto incluye un arma hipersónica de 1.000 km y un misil especializado en ataques de infraestructura, reforzando la disuasión frente a Corea del Norte.

Seúl, Corea del Sur / 15 de agosto de 2025 — El Ministerio de Defensa de Corea del Sur confirmó el inicio de los programas de investigación y desarrollo destinados a equipar a los nuevos cazas multifunción KF-21 Boramae Bloque I y II con dos variantes avanzadas de misiles balísticos lanzados desde el aire. La iniciativa responde a la creciente necesidad de fortalecer la capacidad de ataque de precisión y la disuasión estratégica frente a la amenaza que representa Corea del Norte en el noreste asiático.
Según fuentes oficiales, el primer sistema será un misil hipersónico aire-superficie con un alcance estimado entre 500 y 1.000 kilómetros, capaz de alcanzar Mach 10 en su fase de impulso y velocidades de 1.150 a 1.700 metros por segundo en la fase terminal. Estará equipado con navegación inercial (INS), corrección GPS y, probablemente, un buscador combinado de radar activo y sensores electroópticos, diseñado para neutralizar objetivos fuertemente defendidos y reducir el tiempo de reacción del adversario.

En paralelo, Corea del Sur desarrolla un segundo misil especializado, dotado con una ojiva de ataque electromagnético destinada a provocar cortocircuitos masivos en infraestructuras críticas. Este armamento tendría como objetivo interrumpir redes eléctricas, paralizar centros de comando y degradar el control militar del Norte sin necesidad de emplear cargas explosivas convencionales.
La Agencia para el Desarrollo de la Defensa (ADD), junto con Hanwha Aerospace y el Instituto Coreano de Investigación Aeroespacial (KARI), lidera la fase inicial de diseño y pruebas. La integración en el KF-21 se espera para finales de la presente década, con una entrada en servicio proyectada entre 2031 y 2033.
Expertos consultados señalan que, de concretarse, este programa situará a Corea del Sur en un selecto grupo de naciones con capacidad de ataque hipersónico aire-lanzado, reforzando su papel como actor estratégico en la región Indo-Pacífico. Sin embargo, advierten que el desarrollo de buscadores avanzados y sistemas de guiado resistentes a contramedidas electrónicas será un reto tecnológico de primer orden.

Analistas militares destacan que este avance se enmarca en la estrategia de Seúl para contrarrestar la modernización misilística de Pyongyang, que ha probado repetidamente misiles balísticos de alcance intermedio y proyectiles hipersónicos de lanzamiento terrestre. La capacidad de ataque desde el aire otorga flexibilidad táctica y estratégica, permitiendo a Corea del Sur operar fuera del alcance de gran parte de la defensa antiaérea norcoreana.
De completarse con éxito, el KF-21 Boramae se convertirá en la primera plataforma de combate surcoreana en desplegar armamento balístico hipersónico aire-superficie, un desarrollo que podría cambiar el equilibrio de poder regional y tener implicaciones directas en la política de defensa de Japón, China y Estados Unidos.
Fuentes: The Korea Herald, Yonhap News Agency