China acelera el despegue de su aviación embarcada en 2025
China avanza decididamente hacia la plena operatividad de su aviación embarcada en 2025, con el portaaviones Fujian como punta de lanza. El despliegue simultáneo de cazas J-15T, J-35 y el AEWC KJ-600 marca un cambio estratégico en el poder naval regional.

SHANGHÁI, CHINA – La Armada del Ejército Popular de Liberación (PLAN) está a punto de transformar de forma profunda su capacidad aeronaval con la inminente entrada en servicio del Fujian (18), su primer superportaaviones con catapultas electromagnéticas. Esta incorporación no solo representa un nuevo buque insignia para la flota china, sino que constituye el eje central de una renovada doctrina aeronaval, centrada en plataformas de combate avanzadas, alerta temprana y entrenamiento embarcado.
A más de veinte años del arribo del inacabado portaaviones soviético Varyag —hoy Liaoning (16)— al puerto de Dalian, China ha recorrido un largo camino en el desarrollo de su fuerza naval embarcada. Hoy, en 2025, está en condiciones de lanzar desde sus cubiertas una aviación diseñada, fabricada y operada íntegramente por la industria nacional.
J-15T y J-15DT: la consolidación de un caza pesado con capacidad de catapulta
El J-15T, evolución del Flanker soviético, es el primer caza chino completamente adaptado para operar con catapultas. Ya ha sido visto a bordo del Fujian durante ensayos con lanzamientos reales, marcando el inicio de su integración operativa. Equipado con tren de aterrizaje reforzado y alas plegables, el J-15T permite a la PLAN ampliar el alcance y carga útil de su aviación embarcada.
Además, una variante especializada en guerra electrónica, conocida como J-15DT, ha sido confirmada para operar también desde el Fujian. Derivada del J-15D, esta versión cumple un rol análogo al del F/A-18G estadounidense, proporcionando capacidades de supresión de defensas aéreas que hasta ahora eran limitadas en la flota china.

J-35: el salto generacional hacia la furtividad
China da un salto cualitativo con el J-35, un caza de quinta generación naval con baja firma radar. Este modelo, basado en el prototipo FC-31, fue adaptado para uso embarcado por Shenyang Aircraft Corporation. A diferencia del J-15, el J-35 está diseñado desde cero para aprovechar las catapultas del Fujian.
Aunque se esperaba que solo operara desde portaaviones CATOBAR, imágenes recientes muestran maquetas del J-35 en el Liaoning, lo que sugiere un intento por adaptarlo también a portaaviones con rampa (STOBAR). Su cabina rediseñada, alas plegables y sistemas de misión avanzados lo convierten en el futuro núcleo del poder aéreo embarcado chino.

KJ-600: la pieza clave para el control aéreo embarcado
Uno de los logros más significativos es el desarrollo del KJ-600, el primer avión de alerta temprana y control aerotransportado (AEWC) naval chino. Inspirado en el E-2D estadounidense, este bimotor turbohélice con radar AESA rotatorio le dará al Fujian la capacidad de detectar amenazas a larga distancia y coordinar ataques aéreos con alta eficiencia.
Actualmente hay al menos seis prototipos del KJ-600 en pruebas, y todo apunta a que podría debutar formalmente durante el desfile militar previsto para septiembre. Su integración en el Fujian consolidará una doctrina aeronaval ofensiva, basada en el control del espacio aéreo desde el mar.

JL-10: entrenamiento embarcado para una nueva generación
Otro componente estratégico es el JL-10J, una variante naval del entrenador avanzado L-15. China apunta a formar pilotos desde la cubierta del Fujian y no solo en bases terrestres, replicando así el modelo estadounidense. Nuevas versiones, posiblemente denominadas JL-15, están en desarrollo con una configuración de doble cola y trenes reforzados para resistir aterrizajes en cubierta.
Esta plataforma no solo prepara a los futuros aviadores navales, sino que podría asumir también funciones de caza ligero en escenarios secundarios o tareas de patrullaje y defensa de punto.

El horizonte: cazas de sexta generación y drones embarcados
Aunque el Fujian y su ala aérea representan un avance palpable, el horizonte tecnológico de China ya proyecta nuevas capacidades. Entre ellas, cazas furtivos de sexta generación como el J-XDS y vehículos aéreos no tripulados (UAVs) para funciones de reabastecimiento en vuelo, guerra electrónica y ataques coordinados.
Un ejemplo notable es el Tipo 076 “Sichuan”, un buque de asalto anfibio con catapulta electromagnética, diseñado para operar exclusivamente drones de ala fija. Su inminente entrada en pruebas podría marcar la primera incursión real de China en la guerra naval no tripulada desde el mar.

Una aviación embarcada propia y madura
El año 2025 marca un punto de madurez para la aviación naval china. Con el Fujian como vector de proyección y los sistemas embarcados J-15T, J-35 y KJ-600 listos para operar, China se convierte en la segunda potencia mundial en poseer un sistema completo y operativo de aviación embarcada de gran escala.
Ya no se trata solo de construir portaaviones, sino de dotarlos de alas aéreas propias, tecnológicamente competitivas y doctrinalmente cohesionadas, capaces de operar lejos del territorio continental. El Indo-Pacífico ya toma nota de esta transformación, que tendrá implicancias profundas en el equilibrio naval regional durante la próxima década.
Fuentes: Naval News, South China Morning Post