La Armada Helénica, en una contundente exhibición de capacidad, ha ejecutado su más ambicioso ejercicio de fuego real. Fragatas y lanchas rápidas lanzaron doce misiles de siete tipos, hundiendo dos buques en desuso y validando la letalidad de su arsenal naval.

ATENAS, GRECIA – El profundo azul del mar Jónico se vio desgarrado el pasado 23 de junio de 2025 por el estruendo y la estela de misiles. En lo que ya se considera la más compleja y ambiciosa demostración de fuerza naval en su historia reciente, la Armada Helénica ejecutó una masiva maniobra de fuego real, culminando con el lanzamiento coordinado de doce misiles de siete tipos diferentes. Este ejercicio no fue una simple práctica de tiro; fue una declaración estratégica diseñada para proyectar la letalidad, preparación y disuasión de sus fuerzas navales en un escenario cada vez más volátil en el Mediterráneo Oriental.

A bordo de la fragata Adrias, el Ministro de Defensa Nacional, Nikos Dendias, junto a la cúpula militar griega —incluido el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, el General Dimitrios Choupis, y el Jefe de la Armada, el Vicealmirante Dimitrios-Eleftherios Kataras—, presenciaron en primera línea la impecable coreografía de guerra. La operación, que involucró a fragatas, lanchas de ataque rápido, helicópteros navales y aeronaves de la Fuerza Aérea, fue mucho más que una prueba de sistemas: fue un riguroso examen a la cadena de mando y a la destreza de las tripulaciones bajo la presión de escenarios de combate simulados.

El clímax de la jornada se produjo con la destrucción deliberada de dos antiguos buques de la flota, ahora relegados a servir como blancos de alto valor. El antiguo buque escuela Aris (A-74) y la lancha lanzamisiles Vlahavas (P-74) fueron sentenciados a su fin bajo una lluvia de fuego. Las fragatas Nikiforos Fokas y Aigaion lanzaron sendos misiles antibuque RGM-84 HARPOON que impactaron con precisión quirúrgica en el Vlahavas. Simultáneamente, dos lanchas rápidas de la clase Roussen descargaron una salva de cuatro misiles EXOCET MM40 Bloque 2 sobre el Aris, sellando su destino bajo las olas.

La demostración de capacidad no se limitó al ataque a superficie. En un complejo escenario de defensa antiaérea, la fragata clase Hydra Spetsai disparó un misil RIM-162 ESSM, el pilar de la defensa de zona de la flota. A su vez, las fragatas Kanaris y Elli respondieron a amenazas simuladas con misiles RIM-7P2 Sea Sparrow, mientras que una lancha rápida clase Roussen empleó su sistema de defensa de punto RIM-116 RAM, la última línea de defensa contra misiles rozaolas.

Ampliando el alcance operativo al dominio aéreo, un helicóptero Sikorsky S-70 Aegean Hawk, operando desde una de las fragatas, localizó y enganchó un objetivo con un misil antibuque AGM-119 Penguin, demostrando la capacidad de la flota para proyectar poder más allá del horizonte. Incluso los sistemas de defensa más cercanos, como el lanzador portátil FIM-92 STINGER, fueron puestos a prueba desde la cubierta de un buque patrullero.

Este ejercicio marca el segundo año consecutivo en que la Armada Helénica somete a prueba la casi totalidad de su arsenal, superando la escala de la maniobra de 2024. La diversidad de plataformas y sistemas de armas empleados subraya una clara intención de validar la interoperabilidad y la fiabilidad de su inventario, desde los veteranos pero aún temibles Harpoon y Exocet hasta los más modernos ESSM y RAM.

Desde el puente de mando de la fragata Adrias, un visiblemente impresionado Ministro Dendias se dirigió a las tripulaciones: «He presenciado una experiencia increíble. No importa cuántas unidades adquiramos, la principal fuente de fuerza, el multiplicador clave, son ustedes. Los hombres y mujeres de la Armada Helénica». Sus palabras, más que un mero cumplido, resonaron como un reconocimiento de que, más allá del acero y la electrónica, la moral y la pericia del personal son el verdadero activo estratégico de Grecia en el mar.

Para los analistas de defensa, el mensaje es inequívoco. Atenas no solo está modernizando su flota, sino que está invirtiendo intensamente en asegurar que sus marinos puedan extraer hasta la última gota de capacidad de combate de cada sistema. En las aguas del Jónico, la Armada Helénica no solo hundió dos viejos cascos; reafirmó su posición como una fuerza naval formidable, entrenada y lista para defender sus intereses soberanos con una contundencia letal.

Referencias: Armada Helénica, Naval News