China intensifica su postura contra el independentismo taiwanés con nuevas sanciones y medidas restrictivas, mientras Taiwán alerta sobre el aumento de la presión militar china en la región. Las tensiones crecen ante la falta de diálogo y el despliegue sin precedentes de fuerzas chinas cerca de la isla.
PEKÍN, CHINA – En un nuevo capítulo de las tensiones entre China y Taiwán, el gobierno chino ha implementado medidas punitivas contra empresas y ciudadanos acusados de apoyar el separatismo taiwanés. La policía de Guangzhou ha incluido a 20 individuos en una lista de buscados, vinculándolos con supuestos ciberataques coordinados por el Comando de la Fuerza de Información, Comunicaciones y Electrónica (ICEFCOM), una entidad asociada al Partido Democrático Progresista de Taiwán.
La Oficina de Asuntos de Taiwán, dependiente del Consejo de Estado chino, anunció sanciones contra la empresa Sicuens International Co, Ltd., presuntamente ligada al activista Shen Pao-yang, señalado por Pekín como un promotor clave de la «independencia de Taiwán». Según fuentes oficiales, Shen ha «socavado la paz y la estabilidad» en la región al promover ideologías «antichinas» y dirigir campañas dirigidas a la juventud taiwanesa.
El gobierno de Xi Jinping ha reiterado su política de «tolerancia cero» hacia cualquier acción que considere una amenaza a su soberanía sobre Taiwán. Xinhua, la agencia estatal de noticias, destacó que estas medidas buscan «evitar que empresas vinculadas al separatismo obtengan beneficios en el continente».
Mientras tanto, Taiwán enfrenta una creciente presión militar por parte de China. Autoridades taiwanesas reportaron que, en mayo, China desplegó dos grupos de portaaviones y más de 70 embarcaciones en aguas cercanas a la isla, un movimiento calificado como «sin precedentes». Además, se detectaron 30 buques no identificados cerca del archipiélago de Penghu, lo que ha generado alerta por posibles tácticas de hostigamiento.
La ausencia de canales de comunicación entre ambos gobiernos y el incremento de operaciones en «zonas grises» —áreas donde las acciones militares no son claramente definidas— han elevado las preocupaciones. Altos mandos taiwaneses advierten que estas condiciones podrían «desencadenar un incidente en el corto plazo».
China no descarta el uso de la fuerza para «reunificar» Taiwán, una postura que mantiene a la isla en alerta constante. La escalada de tensiones refleja un escenario cada vez más complejo, donde la diplomacia parece ceder paso a la demostración de poder militar.
Este contexto subraya la fragilidad de la estabilidad regional y la necesidad de monitorear de cerca los próximos movimientos de ambas partes.
Referencias: Xinhua, CCTV