El gobierno chino emitió un firme rechazo a los ejercicios navales conjuntos Balikatan 2024 entre EE.UU. y Filipinas, calificándolos como una amenaza al equilibrio estratégico regional y al desarrollo económico. Guo Jiakun, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, advirtió: “quienes jueguen con fuego acabarán quemándose”.

PEKÍN, CHINA – Por primera vez desde que Washington y Manila reforzaron su alianza de defensa, el ejercicio conjunto Balikatan 2025 –que moviliza a más de 16 000 efectivos– se desarrolla bajo una dura señal de protesta de Pekín. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Guo Jiakun, acusó a Filipinas de “quebrar el equilibrio estratégico” y lanzó una frase que resonó en las capitales asiáticas: “quienes jueguen con fuego acabarán quemándose”.

Balikatan –palabra tagala que significa “hombro con hombro”– es el pilar de la cooperación castrense entre Estados Unidos y Filipinas desde hace tres décadas. Para el Comando Indo-Pacífico de EE. UU. (USINDOPACOM), la edición de este año apunta a “elevar la preparación táctica” estipulada en el Tratado de Defensa Mutua de 1951. Sin embargo, la reacción china evidencia que el ejercicio es algo más que una rutina de adiestramiento: es un mensaje político en medio de la creciente competición estratégica en el Indo-Pacífico.

Una de las principales novedades del despliegue es la presencia del Sistema Integrado de Defensa Aérea de la Infantería de Marina (MADIS), integrado en un evento de Defensa Aérea y contra Misiles (IAMD) que se llevará a cabo en el Estrecho de Luzón, la franja marítima que separa Filipinas de Taiwán. Combinado con el Sistema de Interdicción Naval Expedicionario (NMESIS), el MADIS brinda al 3.er Regimiento Littoral la capacidad de lanzar misiles antibuque, reubicarse en cuestión de minutos y, sobre todo, neutralizar drones adversarios antes de ser detectado.

Para Pekín, mencionar el estrecho de Luzón y Taiwán en la misma frase es suficiente para encender las alarmas. Guo Jiakun recalcó que “la cuestión de Taiwán es un asunto interno de China” y denunció que terceros países estén usando la isla “como pretexto para desplegar fuerzas y tensar la región”. Aunque el Gobierno chino no especificó contramedidas, analistas en Shanghái señalan que la Armada del EPL podría incrementar patrullas en el Mar de China Meridional y en torno al archipiélago filipino de Batanes, el punto más cercano a Taiwán.

El trasfondo económico también pesa. China es el mayor socio comercial de Filipinas y teme que una deriva militar reste espacio a la cooperación. “Las decisiones de Manila comprometen su propio desarrollo a largo plazo”, advirtió Guo. Aun así, el presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., ha reiterado que la modernización de las Fuerzas Armadas es “no negociable” y que Balikatan “señala el compromiso de Manila con la defensa del territorio nacional”.

Con tensiones que escalan desde el Mar de China Meridional hasta el Estrecho de Taiwán, la región parece atrapada en una dinámica de disuasión contra disuasión. Balikatan 2024 se convertirá, durante las próximas dos semanas, en un termómetro del pulso geopolítico en el Indo-Pacífico: cualquier incidente durante los ejercicios podría alterar una delicada balanza que ya oscila entre la cooperación económica y el riesgo de confrontación abierta.

Referencias: Global Times, Xinhua