El líder norcoreano Kim Jong-un ha revelado planes ambiciosos para desarrollar un submarino de propulsión nuclear con capacidades de lanzamiento de misiles balísticos, marcando un punto de inflexión en la estrategia militar del país.
Pyongyang, Corea del Norte – El líder norcoreano Kim Jong-un ha inspeccionado personalmente el proyecto de construcción de un submarino de propulsión nuclear, según informó este sábado la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA). Este desarrollo marca un hito significativo en los esfuerzos de Pyongyang por modernizar su armada y consolidar su capacidad de disuasión nuclear en un escenario regional cada vez más tenso.
Durante su visita a astilleros especializados en la construcción de buques de guerra, Kim Jong-un supervisó los avances del proyecto, que incluye la fabricación de un submarino de misiles guiados estratégicos de propulsión nuclear. Aunque la KCNA no especificó la fecha ni el lugar exacto de la inspección, el informe subrayó que este proyecto forma parte de los objetivos militares clave anunciados en anteriores congresos del partido, donde se destacó la importancia de dotar a la armada norcoreana de tecnología de punta y capacidades nucleares.
Según la agencia surcoreana Yonhap, este sería el primer submarino de propulsión nuclear de Corea del Norte capaz de lanzar misiles balísticos, lo que representaría un salto cualitativo en su arsenal militar. Kim Jong-un afirmó que la “capacidad de defensa marítima del país se mostrará plenamente en todas las aguas necesarias sin limitación”, una declaración que refleja la ambición de Pyongyang de extender su influencia más allá de sus fronteras tradicionales.

El líder norcoreano también enfatizó que la transformación de la armada en una “fuerza de élite y con armas nucleares” es un pilar fundamental de la estrategia de defensa nacional. Este anuncio se produce en un contexto en el que Corea del Norte ha intensificado sus pruebas de armamento, incluyendo el lanzamiento de misiles de crucero estratégicos en el Mar Amarillo la semana pasada, que Pyongyang describió como una demostración de su capacidad de “contraataque”.
La construcción de un submarino de propulsión nuclear no es el primer intento de Corea del Norte por modernizar su flota submarina. En 2023, los medios estatales informaron sobre el lanzamiento del primer “submarino de ataque nuclear táctico” del país, aunque el ejército surcoreano cuestionó su operatividad. Según la Nuclear Threat Initiative (NTI), un think tank con sede en Estados Unidos, Corea del Norte cuenta con una de las flotas submarinas más grandes del mundo, con entre 64 y 86 submarinos. Sin embargo, muchos de estos buques son considerados obsoletos, lo que plantea dudas sobre su eficacia operativa.
Este nuevo proyecto se enmarca en un escenario de creciente tensión en la península coreana. Las relaciones entre Pyongyang y Seúl se encuentran en uno de sus puntos más bajos en años, con acusaciones mutuas de provocación y violación de sanciones internacionales. Recientemente, Corea del Sur acusó a Kim Jong-un de enviar miles de soldados a Rusia para apoyar a Moscú en su conflicto con Ucrania, una denuncia que ha sido categóricamente rechazada por Pyongyang.

Además, la llegada del USS Carl Vinson, buque insignia de un grupo de ataque de portaaviones estadounidense, al puerto de Busan este domingo, ha generado una airada respuesta de Corea del Norte. Washington y Seúl describen los ejercicios militares conjuntos “Escudo de la Libertad”, previstos para finales de este mes, como de naturaleza defensiva. Sin embargo, Pyongyang los califica como “ensayos para una invasión” y ha respondido con pruebas de armas y declaraciones beligerantes.
Las tensiones en la península coreana tienen sus raíces en el conflicto bélico que enfrentó a las dos Coreas entre 1950 y 1953, y que terminó con un armisticio en lugar de un tratado de paz. Desde entonces, ambas naciones siguen técnicamente en guerra, con esporádicos episodios de confrontación que han mantenido viva la amenaza de un conflicto abierto.
En este contexto, el anuncio de un submarino de propulsión nuclear no solo refuerza la postura de Corea del Norte como una potencia nuclear, sino que también plantea nuevos desafíos para la estabilidad regional y la seguridad global. Los expertos advierten que este tipo de proyectos podría desencadenar una carrera armamentística en la región, con implicaciones impredecibles para el equilibrio de poder en el noreste de Asia.
Mientras tanto, la comunidad internacional observa con preocupación los avances militares de Pyongyang, que parecen estar diseñados no solo para disuadir a sus adversarios, sino también para consolidar a Kim Jong-un como un líder capaz de desafiar a las potencias globales en su propio terreno.
Referencias: Joongang IIbo, KCNA