China está avanzando en sus capacidades militares con el desarrollo de un nuevo submarino de ataque, que se prevé pueda desempeñar un papel clave en la neutralización de los sistemas de defensa aérea de Estados Unidos en la región.
Pekín, China – El incremento de tensiones en el Indo-Pacífico ha alcanzado un nuevo punto de inflexión, luego de que se revelaran informes sobre el desarrollo de un innovador submarino de ataque por parte de China, capaz de operar con armamento hipersónico. Según una publicación vinculada a altos niveles de la industria naval china, este avance busca contrarrestar las crecientes capacidades defensivas de Estados Unidos en la región, destacando particularmente los recientes despliegues en Filipinas.
De acuerdo con la revista china Naval & Merchant Ships, asociada a la Corporación Estatal de Construcción Naval de China, el submarino de ataque podría estar equipado con misiles hipersónicos avanzados, diseñados para eludir defensas antimisiles y ejecutar ataques precisos contra activos militares clave. Estas capacidades, según la publicación, permitirían alterar las operaciones estratégicas de Estados Unidos en el Indo-Pacífico, obligando a sus fuerzas a dispersarse y creando vulnerabilidades en las defensas desplegadas.
Este informe surge en un contexto de tensiones crecientes, luego de la confirmación por parte de Estados Unidos del posicionamiento de sistemas de misiles Typhon en Filipinas. Estas plataformas, diseñadas para reforzar la defensa aérea y contrarrestar amenazas de alcance medio, forman parte de un esfuerzo estratégico más amplio de Washington por consolidar su influencia en un área marcada por disputas territoriales, principalmente en el Mar de China Meridional.
Disputas marítimas: un punto crítico de fricción
El Mar de China Meridional, una de las rutas marítimas más transitadas del mundo, se encuentra en el centro de una disputa histórica entre China y Filipinas, entre otras naciones. Pekín reclama la soberanía sobre vastas áreas de este mar mediante la llamada «línea de nueve puntos», rechazada por Filipinas y respaldada por un fallo del Tribunal de La Haya en 2016 a favor de Manila.
Los incidentes en esta región han sido frecuentes. Desde colisiones entre buques hasta el uso de tácticas de acoso con cañones de agua, la situación se tensa cada vez más. Los acuerdos de defensa entre Filipinas y Estados Unidos han añadido una nueva dimensión a la disputa, proporcionando a Manila un respaldo militar que Pekín percibe como una amenaza directa a sus intereses.
Advertencias y contrapropuestas diplomáticas
El gobierno chino reaccionó con firmeza frente a los recientes movimientos militares. En una rueda de prensa, Guo Jiakun, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, declaró que Pekín «no permanecerá inactivo» ante lo que considera una amenaza directa a su seguridad en la región. Asimismo, instó al gobierno filipino a reconsiderar su postura y priorizar los intereses nacionales sobre las estrategias de alianzas extranjeras.
Por su parte, el presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., se pronunció respecto a la creciente militarización, mostrando una disposición a reconsiderar el despliegue de los misiles Typhon bajo ciertas condiciones. “Podríamos retirar los misiles si China cesa sus reclamaciones territoriales, detiene el acoso a nuestros pescadores y detiene las colisiones intencionales con nuestros barcos. Este es un llamado a la paz y a la estabilidad regional, pero requiere reciprocidad”, afirmó el mandatario en un mensaje público.
Perspectivas del conflicto
Expertos en seguridad consideran que el desarrollo de armamento como los misiles hipersónicos en el nuevo submarino chino refleja un giro estratégico hacia la guerra disuasoria y las capacidades ofensivas adaptadas al entorno marítimo. Mientras tanto, el despliegue de los misiles Typhon refuerza la postura defensiva de Manila y envía un mensaje claro de apoyo norteamericano en el marco de la alianza militar existente.
El aumento progresivo de fuerzas militares en el Indo-Pacífico, combinada con las históricas disputas geopolíticas, sigue escalando a un ritmo acelerado. Con posiciones cada vez más polarizadas, los analistas advierten sobre el riesgo de un punto de no retorno en la región, donde maniobras militares y desafíos diplomáticos podrían culminar en una confrontación directa. Por ahora, la estabilidad del Indo-Pacífico parece pender de la capacidad de mantener abiertas las vías de negociación entre las potencias involucradas.
Referencias: Naval & Merchant Ships, Armada del Ejército Popular de Liberación (EPL)
