Marina de Brasil descubre buque de tropas hundido durante la segunda guerra mundial

La Marina brasileña ha confirmado oficialmente la identificación del pecio del Vital de Oliveiro, un buque de transporte militar que fue hundido por el submarino nazi U-861 durante la Segunda Guerra Mundial, poniendo fin a ocho décadas de misterio submarino.


Brasilia, Brasil – Después de más de ocho décadas de incertidumbre y misterio, la Marina de Brasil ha revelado oficialmente la ubicación del Vital de Oliveiro, un buque de transporte de tropas brasileño torpedeado durante la Segunda Guerra Mundial por el submarino alemán U-861. Este descubrimiento histórico, confirmado a través de avanzadas técnicas de investigación submarina, subraya no solo el sacrificio de aquellos que perecieron en el naufragio, sino también los esfuerzos por preservar los registros marítimos que forman parte del pasado bélico del país.

El Hallazgo del Naufragio

La confirmación fue emitida en un comunicado reciente de la Marina de Brasil, anunciando que los restos del Vital de Oliveiro se encuentran a aproximadamente 65 kilómetros de la costa de Río de Janeiro. La identificación del pecio fue posible gracias a un exhaustivo análisis de imágenes obtenidas mediante tecnología de sonar multihaz y de barrido lateral, empleadas por un equipo especializado a bordo de un buque de investigación oceanográfica. Estas herramientas de última generación permitieron crear una representación tridimensional detallada del casco y las características estructurales del naufragio, estableciendo finalmente su identidad.

El lugar donde yace el Vital de Oliveiro había sido localizado inicialmente en 2011 por los buzos José Luíz y Everaldo Popermeyer Meriguete. Los hermanos respondieron a la llamada de un pescador local cuya red se había enganchado en un objeto sumergido. En aquel momento, junto con la colaboración del buzo Domingos Afonso Jório, descubrieron que la red se había enlazado con lo que parecía un cañón naviero, elemento que posteriormente llevó a creer que correspondía a un naufragio de interés histórico. Sin embargo, pasó más de una década hasta que se reunieron las pruebas concluyentes que confirmaran su procedencia.

Restos en el fondo del mar del Vital de Oliveira, un barco brasileño que se hundió en 1944.

La Historia del Vital de Oliveiro

El Vital de Oliveiro, cuyo origen remonta a 1910 cuando fue construido como el buque civil Itauba, fue adquirido por la Marina brasileña en 1931. Rediseñado para operaciones militares, el buque se convirtió en un transporte estratégico de tropas y suministros durante la Segunda Guerra Mundial, jugando un papel crucial en las operaciones de defensa y logística en las costas brasileñas.

Sin embargo, la noche del 19 de julio de 1944 marcó un trágico capítulo en su historia. El submarino alemán U-861, perteneciente a la temida flota de la Kriegsmarine nazi, atacó al Vital de Oliveiro, lanzando torpedos que provocaron su hundimiento. De los 270 tripulantes a bordo, 100 personas perdieron la vida en el desastre, convirtiendo al buque en la única embarcación militar brasileña derribada directamente por fuerzas enemigas durante el conflicto mundial.

La existencia del Vital de Oliveiro y su hundimiento subrayan las intrincadas dinámicas de la participación brasileña en la Segunda Guerra Mundial. Si bien Brasil ingresó al conflicto en 1942 junto a las fuerzas aliadas, las aguas costeras del país se convirtieron en un peligroso teatro de guerra debido a la actividad de los submarinos alemanes, cuya misión era interrumpir rutas marítimas clave y asediar las líneas de suministro aliadas.

Submarino alemán U-861.

Preservando la Memoria Marítima

La identificación del Vital de Oliveiro no es solo un hallazgo arqueológico, sino también un recordatorio tangible del rol de Brasil durante la Segunda Guerra Mundial y de los sacrificios realizados por sus hombres y mujeres en servicio. «Los naufragios son más que restos sumergidos; son testimonios silenciosos de nuestra historia marítima y de los desafíos enfrentados en épocas de guerra», declaró el teniente capitán Caio Cezar Pereira Demilio de la Marina de Brasil.

Este descubrimiento se suma a una larga lista de esfuerzos internacionales por documentar y conservar los restos submarinos, que sirven como cápsulas del tiempo para entender eventos históricos como enfrentamientos bélicos, desastres marítimos y la evolución tecnológica de aquella época. Según el teniente capitán Demilio, estos registros materiales ayudan a reconstruir las estrategias navales, las rutas comerciales y las historias humanas asociadas con los naufragios.

Además, el pecio se integra al recuerdo de otras tragedias marítimas sufridas por la Marina de Brasil durante la Segunda Guerra Mundial. Junto al Vital de Oliveiro, destaca el caso de la corbeta Camaquã, que naufragó en una tormenta en 1944 con la pérdida de 23 tripulantes, y el trágico hundimiento del crucero Bahía en 1945, producto de una explosión accidental de sus cargas de profundidad, un evento que cobró la vida de 333 personas. Este último se considera una de las peores catástrofes en la historia naval brasileña.

Restos en el fondo del mar del Vital de Oliveira.

El Retorno de un Nombre Heroico

En una irónica confluencia del destino, el buque utilizado recientemente por la Marina brasileña para confirmar la ubicación del naufragio también lleva el nombre Vital de Oliveiro. Esta embarcación actual, un buque de investigación oceanográfica, refleja el compromiso de Brasil tanto con la exploración científica de sus mares como con la preservación del pasado, vinculando simbólicamente dos momentos históricos separados por ocho décadas.

A medida que se profundicen los estudios sobre el pecio, el Vital de Oliveiro pasará de ser un olvidado testigo de los horrores de la guerra a una pieza clave del patrimonio cultural submarino de Brasil, una nación cuya rica historia marítima sigue emergiendo desde las profundidades del océano. Este naufragio, ahora encontrado y reconocido, representa un hito en la intersección de la memoria, la ciencia y el respeto por los que dieron sus vidas en defensa de su país.

Referencia: National Geographic, BBC


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