Corea del Sur ha iniciado un ambicioso proyecto de renovación tecnológica para su flota de destructores de clase Chungmugong Yi Sun-sin, marcando un punto de inflexión en la capacidad naval del país asiático.
Seúl, Corea del Sur — La República de Corea ha iniciado uno de los programas de modernización más ambiciosos de la última década para su flota naval. A través de un contrato de 135,93 millones de dólares adjudicado a Hanwha Systems, el país asiático busca garantizar que sus destructores de clase Chungmugong Yi Sun-sin (KDX-II), pieza clave de la Armada de Corea del Sur, sigan siendo un elemento crucial en la defensa marítima y el despliegue estratégico en alta mar. Este esfuerzo se enmarca en una estrategia más amplia para fortalecer las capacidades tecnológicas y operativas de sus fuerzas armadas, al mismo tiempo que desarrolla sistemas de defensa autónomos y adaptables a los desafíos geopolíticos del siglo XXI.
El desafío de renovar una flota envejecida
La necesidad de actualizar la clase KDX-II, que ha representado durante años un pilar en la Armada surcoreana, no es nueva. Desde su incorporación en 2003 con la entrega de su primer barco, el Chungmugong Yi Sun-sin, los seis destructores de la clase se han consolidado como la columna vertebral de la defensa marítima surcoreana. Sin embargo, con más de 20 años de servicio, los sistemas de combate y armamento de estas naves han comenzado a mostrar signos de obsolescencia tecnológica, lo que ha planteado cuestionamientos sobre la preparación operativa de la flota ante el acelerado ritmo evolutivo de las tecnologías militares.
Uno de los incidentes que evidenció la urgencia de estas actualizaciones ocurrió en el ámbito del prestigioso ejercicio naval RIMPAC en 2022. Durante la prueba, un misil SM-2 lanzado desde la nave Munmu the Great se autodestruyó en pleno vuelo debido a un fallo de software en el sistema de control de armas. Este evento, además de subrayar la fragilidad de los sistemas actuales, se convirtió en un llamado a la acción para modernizar el hardware y los sistemas de combate, garantizando que la capacidad de respuesta de la flota no se vea comprometida en posibles escenarios de combate.

Modernización integral: armas, sistemas y sensores de última generación
El programa de mejora del rendimiento (PIP, por sus siglas en inglés), liderado por la Administración del Programa de Adquisiciones de Defensa (DAPA) de Corea del Sur, pretende reemplazar los sistemas tecnológicos desactualizados con soluciones avanzadas desarrolladas a nivel nacional. Hanwha Systems, que ya tiene experiencia en la modernización de destructores KDX-I, liderará los cambios en los destructores KDX-II, integrando nuevas capacidades de combate diseñadas específicamente para ampliar la agilidad y eficacia de las naves.
Entre las mejoras más destacadas se encuentra la instalación de un sistema de combate avanzado de fabricación nacional, que promete multiplicar la velocidad de procesamiento y manejo de información en tiempo real. Este sistema no solo permitirá priorizar objetivos con mayor precisión, sino que también sentará las bases para una futura interoperabilidad con otras unidades tecnológicas en desarrollo.
El sonar también será actualizado significativamente, reemplazando el actual modelo de matriz remolcada con la versión avanzada SQR-220K, el cual es utilizado en las avanzadas fragatas Clase Chungnam FFX Batch-III. Este cambio incrementará las capacidades antisubmarinas de los destructores, un atributo crítico en las aguas cada vez más disputadas del este y sudeste asiático.
Por el lado de las capacidades antiaéreas, los iluminadores de misiles utilizados para los espectaculares SM-2 serán optimizados, proporcionando mayor precisión y fiabilidad frente a amenazas aéreas modernas. Este programa de modernización marca además un importante avance tecnológico, ya que será el primero en conectar los misiles SM-2 con sistemas de combate totalmente diseñados en Corea del Sur.
En cuanto a los sistemas de radar, aunque en el programa actual no se incluye el reemplazo del radar aire-superficie MW-08, expertos surcoreanos han dado pistas sobre futuros planes para su sustitución por un radar AESA 3D avanzado, como el SPS-560K de desarrollo local o soluciones internacionales como el SPY-7 de Lockheed Martin, presentado inicialmente en MADEX 2021.

El respaldo de Estados Unidos y la cooperación internacional
La modernización también cuenta con el respaldo crucial de Estados Unidos, con el Departamento de Estado aprobando en diciembre de 2024 una Venta Militar Extranjera (FMS, por sus siglas en inglés) valorada en 300 millones de dólares. Este acuerdo incluye respaldo técnico, software especializado y el avanzado sistema de control de tiro MK 99, necesario para optimizar el desempeño de los destructores de la clase KDX-II. Esto fortalece aún más la estrecha cooperación entre ambos países en materia de defensa, especialmente en un contexto en el que la rivalidad regional con Corea del Norte y las tensiones marítimas con China son desafíos constantes.
Un objetivo mayor: la armada del futuro
Los destructores KDX-II se han establecido como una piedra angular de la Flotilla de Tareas Marítimas Siete, desempeñándose en misiones clave como la protección de rutas marítimas críticas en el Golfo de Adén y la escolta de buques surcoreanos frente a amenazas como la piratería marítima. Sin embargo, Corea del Sur mira más allá del presente y ya ha iniciado investigaciones para desarrollar un sucesor de los destructores KDX-II, con un diseño preliminar presentado por Hanwha Ocean en MADEX 2023 bajo el nombre «KDDX-S».
El concepto KDDX-S promete revolucionar la flota naval al proponer un destructor de mayores dimensiones, una mayor capacidad de armamento y menores requisitos de personal gracias a sistemas automatizados y no tripulados. Estas medidas subrayan el compromiso de Corea del Sur en convertirse en un actor marítimo de primer nivel, con una flota diseñada para responder a la compleja dinámica regional y global.

Especificaciones del destructor KDX-II
Con un desplazamiento a plena carga de 5.500 toneladas, una longitud de 150 metros y un alcance operativo de 5.500 millas náuticas a 20 nudos, los destructores KDX-II han representado la vanguardia de la Armada surcoreana desde su puesta en marcha. Sus sofisticados sistemas de armamento y sensores, que incluyen misiles SM-2 Bloque IIIA, CIWS de 30 mm, y torpedos Blue Shark, los convierten en una formidable herramienta de disuasión y combate.
Sin embargo, los tiempos cambian, y con ellos, las amenazas. Corea del Sur está decidida a que su capacidad marítima no solo se mantenga al día, sino que lidere el campo de batalla del futuro. La modernización de los KDX-II es un paso crucial hacia ese objetivo, asegurando que la nación no solo proteja sus intereses estratégicos, sino también reclame su lugar entre las armadas más avanzadas del mundo.
Referencias: Hanwha Systems, Armada de la República de Corea