Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron que llevaron a cabo una operación sin precedentes, fue dirigida contra numerosos objetivos estratégicos controlados por el movimiento hutíes. Los ataques abarcaron instalaciones clave como puertos, un aeropuerto y centrales eléctricas, con un impacto significativo en la infraestructura de la zona.
Saná, Yemen – El 26 de diciembre de 2024, Israel ejecutó una serie de ataques aéreos sin precedentes dirigidos a instalaciones estratégicas en Yemen, marcando un hito en su intervención militar en el complejo entramado geopolítico del Medio Oriente. Estos ataques fueron dirigidos contra puertos, un aeropuerto y plantas de energía bajo el control del movimiento Houthi, respaldado por Irán. Este episodio ha suscitado condenas y advertencias en el ámbito internacional debido a sus profundas implicaciones humanitarias y de seguridad regional.
Los blancos de la ofensiva incluyen los puertos de Al Hudaydah, Salif y Ras Kanatib, así como el Aeropuerto Internacional de Saná y las centrales eléctricas de Hezyaz y Ras Kanatib. Según medios afiliados a los hutíes, el ataque dejó al menos cuatro muertos y 21 heridos. Sin embargo, las cifras presentadas requieren verificación independiente, cuyo contexto resalta las tensiones inherentes en la región.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) justificaron la operación argumentando que dichas instalaciones estaban implicadas en actividades de contrabando de armas iraníes hacia los hutíes, incluyendo drones, misiles y municiones. Este enfoque enfatiza el objetivo de Israel de debilitar la infraestructura militar de los grupos que considera amenazas a su seguridad nacional.
Durante el ataque, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se encontraba en el Aeropuerto Internacional de Saná, en una misión destinada a mediar por la liberación de personal de la ONU detenido y a evaluar la grave crisis humanitaria persistente en el país. La torre de control, la sala de embarque y la pista de aterrizaje del aeropuerto resultaron dañadas, y aunque un miembro de su equipo sufrió heridas, él y sus colaboradores se reportaron ilesos. El Dr. Tedros comentó sobre la escalofriante realidad de estar presente en un lugar tan crítico en medio de un bombardeo, lo cual pone de manifiesto los riesgos que enfrentan los trabajadores humanitarios en conflictos armados.
El teniente coronel Nadav Shoshani, portavoz militar israelí, expresó sus lamentos por el incidente que involucró a la OMS, subrayando la imprevisibilidad de las operaciones en un entorno tan volátil. Esta declaración se complementó con un comentario del general de división Tomer Bar, comandante de la Fuerza Aérea de Israel, quien aseguró que este ataque representa la cuarta serie de bombardeos contra objetivos hutíes, sugiriendo que Israel está dispuesto a intensificar sus tácticas en el futuro cercano. «Recién estamos comenzando con ellos», expresó el primer ministro Benjamin Netanyahu, aludiendo a la firmeza de la estrategia israelí que se asemeja a las campañas anteriores contra otras facciones, como Hamás y Hezbolá.
En medio de esta escalada, un remolcador que estaba asistiendo a un petrolero en el puerto de Al Hudaydah fue alcanzado por un misil durante los ataques, lo que generó un incendio y añade un nuevo nivel de complejidad a la inseguridad en las rutas marítimas del área. Las acciones de los hutíes han tenido repercusiones en el transporte marítimo global, llevando a muchas empresas a redirigir sus envíos por rutas más largas y costosas.
El canal de televisión Al Masirah, vinculado a los hutíes, informó que los ataques resultaron en muertes y lesiones adicionales, apuntando a la escalofriante realidad de los conflictos armados que afectan a civiles y a infraestructura crítica. Mientras tanto, el Ministerio de Salud de Yemen, controlado por los hutíes, también reportó cifras de víctimas que aunque similares, presentan variaciones en los detalles, resaltando las dificultades para obtener información fidedigna en medio de la guerra.
Desde octubre de 2023, Israel ha aumentando sus operaciones, expandiendo su enfoque militar a Gaza, Líbano y Siria, en respuesta a los crecientes ataques de fuerzas asociadas a Irán en la región. La intensificación de los ataques hutíes contra Israel, incluyendo un misil que alcanzó Tel Aviv causando heridas a 14 personas, ha creado un nuevo nivel de urgencia en la estrategia militar israelí.

La comunidad internacional, y en particular el Consejo de Seguridad de la ONU, enfrenta un dilema sobre cómo abordar esta violencia en escalada. Se prevé que el organismo discuta estos desarrollos en una reunión programada para el lunes, que podría influir en las decisiones futuras en el ámbito de la política exterior de los principales actores involucrados. El embajador Danny Danon de Israel confirmó la reunión, indicando que la situación es crítica y requiere atención urgente.
Este episodio es emblemático de cómo la interconexión de conflictos en el Medio Oriente puede desencadenar una serie de reacciones en cadena, con efectos que resuenan mucho más allá de las fronteras conflictivas y que ponen a prueba la capacidad de la comunidad internacional para mediar y buscar soluciones duraderas en la región.
Referencias: Reuters, NYTimes