La Armada búlgara, el astillero local MTG Dolphin botó el segundo buque patrullero modular multifuncional (MMPV), bautizado como Smeli (Valiente), el pasado 12 de diciembre.
Sofía, Búlgaria – La importancia estratégica del proyecto, se refleja en que la construcción fue completada antes del plazo estipulado, originalmente programado para abril de 2025.
La construcción de los MMPV forma parte de un contrato firmado en noviembre de 2020 entre el Ministerio de Defensa de Bulgaria y la firma constructora alemana NVL – Naval Vessels Lürssen, anteriormente conocida como Fr. Lürssen Werft. El acuerdo, valorado en 984 millones de BGN (aproximadamente 503 millones de euros), contempla la construcción de dos buques que se convertirán en los primeros modernos combatientes de superficie proyectados para la flota militar del país en décadas.
Avances en el programa y preparación para futuras pruebas
El buque gemelo del Smeli, el Hrabri (Valiente), se encuentra en las etapas finales de equipamiento y preparación. Las pruebas de aceptación en fábrica están programadas para enero-abril de 2025, y su entrega definitiva a la Armada se espera para finales del mismo año. Este cronograma refleja un esfuerzo coordinado por parte de las partes involucradas para lograr plazos eficientes y resultados óptimos.
En cuanto al equipamiento militar, ya se han firmado contratos clave para dotar a los MMPV con capacidades de defensa avanzadas. Entre los sistemas de armamento seleccionados se incluyen los misiles antibuque Saab Diehl Defence RBS15 Mk3, los misiles antiaéreos MBDA VL MICA y los torpedos de 324 mm de Leonardo (modelo A244/S). Además, se están llevando a cabo negociaciones con el gobierno de los Estados Unidos para el suministro de equipos criptográficos relacionados con las comunicaciones, en el marco del programa de Ventas Militares al Extranjero (FMS, por sus siglas en inglés).

Especificaciones técnicas y capacidad operativa
Los MMPV están diseñados conforme a las normativas internacionales para buques militares, con certificación otorgada por la entidad DNV GL. Una vez finalizados, estos buques recibirán la clasificación de «fragatas».
El diseño técnico de las embarcaciones es una adaptación del modelo OPV 90 desarrollado por Lürssen, basado en los buques de la clase Darussalam construidos para Brunei y posteriormente evolucionado para el programa Arafura de la Marina Real Australiana. Los MMPV búlgaros tienen un desplazamiento de aproximadamente 2.300 toneladas, unas dimensiones de 90 metros de eslora y 13,5 metros de manga, y una velocidad máxima de 20 nudos. Poseen un alcance operativo de 3.000 millas náuticas a una velocidad de crucero de 14 nudos, así como una autonomía de hasta siete días. Su tripulación incluye una dotación de 70 personas, con espacio adicional para personal de unidades aéreas gracias a un hangar integrado para operar helicópteros Eurocopter AS565MB Panther.
El equipamiento tecnológico incluye el sistema de gestión de combate Saab 9LV, cañones Leonardo OTO Super Rapid de 76 mm, sistemas antiaéreos Rheinmetall Millennium CIWS de 35 mm, dos lanzadores de torpedos y un radar multifuncional Sea Giraffe AMB, entre otros avanzados sensores y sistemas de defensa. También están equipados con sistemas de señuelos Rheinmetall MASS y un sonar montado en casco, lo que refuerza sus capacidades de defensa antisubmarina.

Dos décadas de una meta cumplida
El lanzamiento del Smeli marca un capítulo importante en los esfuerzos de Bulgaria por modernizar su flota naval. Estos intentos comenzaron a principios de la década del 2000, cuando el país buscó adquirir nuevas corbetas de la clase Gowind a través de un acuerdo con la firma francesa DCN (hoy Naval Group). Sin embargo, el proyecto inicial no llegó a concretarse. Años después, en 2016, el Parlamento búlgaro aprobó un nuevo plan para adquirir patrulleros multifuncionales, lanzando una licitación internacional en la que participaron importantes astilleros como Lürssen, Fincantieri, Navantia y thyssenkrupp Marine Systems.
Finalmente, tras varios reveses, el contrato fue adjudicado al astillero local MTG Dolphin en asociación con la firma alemana NVL. El diseño seleccionado, basado en el modelo OPV 90, ha resultado ser una solución adaptada a las necesidades estratégicas de Bulgaria.
Proyección regional y estrategia de defensa
Con la incorporación del Smeli y el Hrabri, la Armada de Bulgaria no solo refuerza su capacidad de defensa territorial en el Mar Negro, sino que también avanza hacia el cumplimiento de sus compromisos con la OTAN y fortalece su posicionamiento estratégico en la región. La modernización de la flota naval representa un paso crucial en la proyección de Bulgaria como un actor relevante en el ámbito de la seguridad y la estabilidad regional.
Así, el lanzamiento de estas naves no solo simboliza la consolidación de una iniciativa largamente esperada, sino que también resalta el compromiso del país con la innovación tecnológica y el fortalecimiento de sus Fuerzas Armadas.
Referencias: Ministerio de Defensa de Bulgaria, Dneven Trud